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Tras aparcar y pasar por la recepción vamos a nuestra suite, en busca de frescor y relax tras el viaje.
Este hotel representa la máxima expresión del lujo y el refinamiento de un castillo moderno ambientado en el pasado, pero muy actual.
Un botones nos ayuda a subir las maletas y nos indica, cómo manejar los aparatos de la suite, equipada con todo tipo de tecnologías.
Una botella de cava nos espera en un cubo con hielo, bien fría y será, el elixir que nos refresca mientras abrimos las maletas y tomamos posesión de nuestra casa para un par de dias.
Con un suave hilo musical yel aire fresco, nos recuperamos enseguida y la perspectiva de la gran bañera redonda, rodeada de mármoles orientales es irresistible, en menos de dos minutos esta llena y rebosante de espuma, lista para ser escenario de los primeros masajes.
Tras esta primera inmersión, vestimos los albornoces y las zapatillas que nos esperan en este baño, al que no le falta el más mínimo detalle y abrimos la gran cama para reposar de tantas emociones, mientras probamos uno de los dos televisores de plasma dotados de canal +
El colchón y las almohadas están a la altura de tanta sofisticación, y en un instante, caemos en un sopor delicioso sobre las sábanas de hilo.
En el salón de nuestra suite, hay un escritorio con la prensa del día y unos folios que me invitan a escribir y montar mi mesa de trabajo, ya que hay conexion a internet wifi en todo el hotel.
La botella de cava puede durar hasta tres dias abierta en la nevera del mini bar en buena condiciones.
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