01 Blog Fuerteventura
Casa ambulante
Viajar en Autocaravana
Puede parecer una forma de viajar algo excéntrica pero cuando hablamos de Fuerteventura,
se convierte en una alternativa muy interesante para conocer en profundidad la isla y vivir
a pie de playa cada momento, sin renunciar a los lujos de una verdadero alojamiento con ruedas.
Si alguna vez has soñado en viajar con la casa a cuestas, esta puede ser la ocasión de probar
este estilo de vida nómada.
autocaravanasfuerteventura.es
Cofete
El sinuoso viaje a Cofete
Llegar a Cofete es una aventura de por si, aislado al sur de la isla, sólo se llega por una pista sin asfaltar, nosotros lo hicimos en autocaravana pero lo mas cómodo es usar la guagua todo terreno desde Morro Jable hasta Cofete, su playa es la playa virgen más famosa de todas las Islas Canarias, con cerca de 15 km de largo.
Coges la pista hasta el cruce de Cofete, lo tomas y sigue el camino sinuoso hasta llegar al Mirador Degollada Agua Oveja,
una parada en el pequeño mirador y el paisaje que puedes ver es impresionante, solemne la playa al pie del
macizo montañoso de Jandía. El imponente paisaje llega a emocionarnos. Vemos por donde tenemos que bajar
unos 5 km accesible con coche pero con precaución hasta el pequeño lugar de Cofete.
Una vez aparcado el coche, cogemos un caminito hasta la playa, nos cruzamos con un burro quizá
un superviviente de la cacería infernal en la que mataron a más de 1.500 burros a finales del siglo XVI,
ahora el Burro Majorero está en peligro de extinción.
La que nunca deja de acompañarte es la cabra majorera y la ardilla moruna.
Cuando ya casi estamos en la playa nos encontramos con un cementerio abandonado,
tiene un pequeño muro casi tapado en su totalidad por la arena, y que subes sin ninguna
dificultad pero el camposanto tiene una puerta con cerrojo, lo que impone.
Al menos a mi, me pareció muy surrealista. He leído la pequeña historia de sus habitantes y su cementerio que relato a continuación.
Historia del caserío de Cofete y su cementerio.
Hasta finales del siglo XVIII la península de Jandía era una zona despoblada que se utilizaba
como dehesa y los habitantes del lugar llevaban allí a sus ganados, esto ocurría desde tiempos inmemoriables.
Los arrendatarios establecieron, en 1816, colonos en Cofete dando origen al primer caserío de Jandía
y comenzaron a cultivar cereales como el trigo, cebada, centeno, leguminosas y árboles frutales.
Llegado 1823 el caserío contaba con 28 vecinos de quieto y temporalmente pastores y orchilleros.
También se dedicaban a la pesca y el marisqueo. Los campesinos eran sobreexplotados y vivían bajo
duras condiciones tanto por el lugar como por las imposiciones de los arrendatarios.
En 1838, el 29 de septiembre, se escuchó misa por primera vez en la dehesa de Jandía bajo la advocación de
San Miguel y San Juan que quedó como el patrón de las fiestas populares.
El mayor desarrollo del caserío se produce en el último cuarto del siglo XIX así en 1834 había unas 64 personas habitando el lugar.
A finales del siglo XIX el caserío de Cofete apenas tenía expectativas de futuro, la sequía los acuciaba y
los vecinos comenzaron a mudarse a Morro Jable y Puerto de la Cruz.
Siguió su decadencia continua durante la primera mitad del siglo XX y en 1950 contaba solo (y aún)
con seis familias que trabajaban en la agricultura, ganadería y la extracción y quema de piedras de cal para los dos hornos existentes.
En 1960 Cofete desaparece como pueblo de los registros oficiales.
Cuando alguien moría, había que recorrer 40 o 50 km. para darles entierro en Pájara ,
el camposanto de Cofete se creó a finales del siglo XIX para enterrar a los fallecidos en la dehesa.
Está situado a pie de playa y rodeado por un pequeño muro que la arena se está encargando de tapar,
lo mismo que las tumbas, que se medio destacan con piedras y unas sencillas cruces de madera. El último enterramiento data de 1956.
Este lugar, Cofete, te produce una sensación de paz, placer y bienestar, sentimientos que nos
proporciona un viaje cuando nos da satisfacción y nos estimula.
Barlovento
El Islote de las Siete viudas
Es una playa doble en medio de la inmensa playa de más de 15 km en la península de Jandía. Es un lugar al que sólo se puede llegar andando, unos 4 km desde Cofete. Un largo paseo por la arena que merece la pena, una vez que llegamos a este lugar tan particular donde las distancias se distorsionan y la ausencia de humanidad se siente como en pocos sitios de este planeta Tierra. Me he cruzado con un par de cabras a lo lejos y un burro cimarrón y un par de mujeres que tomaban el sol desnudas en una hora de caminata pero esta inmensidad salvaje no deja de producir en mi un profundo sentimiento de soledad, algo místico. Cuando llego al islote me acerco a tres jóvenes que pretenden pasar allí la noche y que me cuentan las leyendas del lugar.
Imagen 360º del islote de las Siete Viudas es posible que no se reproduzca correctamente en dispositivos móviles.
Enlace al restaurante de Cofete en Tripadvisor
Guise y Ayose
La civilización olvidada
Decidimos que nuestro siguiente destino será Betancuria que fue la antigua capital de Fuerteventura y recibe el nombre de Juan de Bethencourt fundador de la villa en en el siglo XV. Seguimos por la carretera FTV-30 en nuestra autocaravana y de repente vemos unos gigantes en la distancia, al llegar al mirador, nos paramos en el aparcamiento, los dos colosos son Guise y Ayose , los reyes con sus bastones de mando, estatuas de bronce de 4,5 m. de altura obra del escultor Emiliano Hernández. Son alucinantes.
Se supone que los primeros habitantes de la isla llegaron desde África, seguramente de origen bereber,
los aborígenes llamaron a la isla Erbani y se dedicaban al pastoreo, la agricultura, la pesca y recogida de marisco.
Cuando se asentaron dividieron la isla en dos comarcas Maxorata y Jandía, dos reinos con sus reyes
correspondientes Guise y Ayose que discutían constantemente y acabaron construyendo un muro llamado
La Pared para limitar sus reinos. Apenas hay restos del muro pero se cree que la frontera
de los reinos se encontraba aquí en el Mirador que lleva sus nombres.
En 1402 llegaron los conquistadores normandos Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle,
con permiso del rey de Castilla, Enrique III, los dos reyes Guise y Ayose hicieron frente común
a los europeos ganando pequeñas batallas, pero la superioridad tecnológica de los conquistadores
añadido a la debilidad de los isleños por sus guerras anteriores les obligaron a claudicar
ante sus nuevos señores, se rindieron y fueron bautizados junto a todos sus súbditos,
incluso les cambiaron los nombres a Guise lo llamaron Luis y Ayose lo llamaron Alfonso,
que cosas! tanto tiempo en disputas y al final se ha perdido una pequeña civilización.
Tindaya
La Montaña Sagrada
Tindaya con 400 mts de altura, está en el municipio de La Oliva en los Llanos del Esquinzo al norte de la isla. Para los aborígenes era una montaña sagrada, fue una de las primeras formaciones que afloraron en Fuerteventura que geológicamente hablando es la isla más antigua del archipiélago.
Los pobladores dieron forma y representación a su paisaje, el Llano del Esquinzo es un entorno plano,
liso de color pardo con bajas colinas por eso el Tindaya sobresale, no es de extrañar que los lugareños
la trataran de mágica, era un templo natural para ellos en forma de pirámide.
Casi todos los grabados que hay son podomórficos y no se sabe si eran religiosos, astronómicos o símbolos de su espiritualidad.
Nosotros paramos a su falda y subimos un rato a la caída del Sol, los colores del cielo
en unas tenues nubes y ese suelo rojizo que rebotaba e iluminaba todo el aire, así que un
poco mágica si que nos pareció, además hay que pensar en aquellos aborígenes que la ascendían, lo que tenían delante.
Tindaya está declarado Monumento Natural y Bien de Interés Cultural, alberga distintas especies plantas y aves que
se adaptaron al lugar aún con las duras condiciones que ofrece y resistieron en la montaña.
La montaña de Tindaya es en sí una obra natural que nos ha dejado el tiempo, esperemos que las
excavadoras del proyecto Chillida no destrocen el lugar, como si no hubiera más montañas donde hacer
un cubo que en la representativa de la historia de la isla, que prevalece volcánica herencia de 18 millones de años.
La Cabra Majorera
El icono de Fuerteventura
El antiguo nombre de la capital de Fuerteventura era Puerto de Cabras, hoy Puerto del Rosario. Las dos comarcas en las que se dividía la isla, Jandía y Maxorata deriva el actual gentilico majorero/a, así como el nombre de la raza de cabra autóctona que puedes encontrar en estado semisalvaje por cualquier lado de la isla.
El Queso Majorero es una D.O.P. que aúna multitud de premios nacionales e internacionales.
Pero el queso ya ocupaba un lugar privilegiado antes de la colonización en el siglo XV.
"Las Apañadas" es la tradición ganadera en la que se recogen las cabras que pastan el libertad para revisar su estado,
capar machos jóvenes, ahijar, marcar crías, sacrificar para el consumo etc, y suelen hacerlo pastores con sus perros.
Ardillas morunas
(Atlantoxerus getulus)
Un marinero trajo una pareja de ardillas a Fuerteventura en el año 1965 procedentes de Sidi Ifni, antigua colonia española en el Sahara y desde entonces no han dejado de procrear... Existe la prohibición de alimentarlas y transportarlas pues son una especie invasora que ha colonizado la isla de Fuerteventura y se intenta que no pase a otras islas. Yo no pude evitar darles un poco de pan, entre especies invasoras tenemos que ayudarnos.
Se estima que en la isla puede haber al rededor de un millon de ardillas y no es nada recomendable tocarlas ya que pueden transmitir enfermedades al humano.