Viajados

Santander fue un destacado puerto en la época romana, por su forma natural que ha hecho de esta ciudad un importante centro económico y turístico de la cornisa Cantábrica.

Llevamos un año visitando esta bella ciudad del norte que mira al sur, Santander se fundó en torno a la gran bahía que da forma a su trazado urbano. La capital de la comunidad histórica y autonómica de Cantabria, ha sido un puerto romano y asentamiento esporádico de pueblos nórdicos, que arribaban a la península en distintas épocas hasta que en el siglo IX, Alfonso II fundó una abadía, sobre las cabezas de San Emeterio y San Celedonio, mártires decapitados en Calahorra, que según la leyenda llegaron a esta bahía en una barca de piedra tras recorrer la península. De San Emeterio proviene el topónimo de Santander tras numerosos saltos fonéticos.

En 1248 la villa participa en la batalla por la conquista de Sevilla, recibiendo por ello el honor de llevar en su escudo la Torre del Oro junto al Guadalquivir, cosa que nos ha sorprendido.

En Latas Surf el surfcamp donde podrás disfrutar de la auténtica cultura del surf. Con 3 alojamientos tipo surfhouse a 5 minutos andando de la playa, con servicio de comidas y todas las comodidades: gimnasio, yoga, amplio jardín para barbacoas, chiringuito, pista de volei-playa, skate miniramp, fiestas en barco y escuela de surf para todos los niveles y edades.

www.latassurf.com

Foto Celima y Chuty

Nos hemos alojado en unos apartamentos a las afueras http://www.booking.com/BOO una solución ideal para plantar el campamento unos días,  por poco dinero y con todas las comodidades.

Después de instalarnos y comer en el restaurante cercano, nos lanzamos a conocer la ciudad desde el centro, comenzando por el Ayuntamiento junto al mercado y las calles comerciales que se expanden en todas las direcciones. Vamos de compras y nos detenemos en el Mercado del Este a tomar un vino y una tapa.

Seguimos nuestro deambular por el Paseo Pereda hasta el Puerto Deportivo, al tiempo que vemos entrar el ferry que comunica Santander con Portsmouth (Inglaterra).

Si hay algo que cautiva de esta ciudad es el sabor antiguo que contrasta con su modernidad. La arquitectura y las continuas referencias al pasado con cierta nostalgia, que contrastan con edificios como el Palacio de Deportes de Santander,  que parece una nave espacial posada en el arranque de la Avenida de los Castros.

Cuando la tarde da paso a la noche, nos paramos a descansar junto a los Raqueros, conjunto escultórico de José Cobo Calderón, que recrea los niños huérfanos que se lanzaban a coger las monedas que los pasajeros de los transatlánticos tiraban al agua. El sol se pone sobre la bahía saturando los colores hasta el extremo.

En el norte Cantábrico hay que ajustar tu programa a la climatología muy cambiante, son frecuentes los días de lluvia y si así es,  nada mejor que visitar una  cueva del paleolítico superior repleta de arte rupestre a solo 30 Km,  a poco más de media hora en coche está la catedral del arte primigenio, quizás la más importante del mundo.

http://museodealtamira.mcu.es

La cueva de Altamira  mide 300 metros y tiene unos 500 grabados del 23.000 al 13.000 a.C., después de visitar el museo y centro de interpretación pasamos a la neocueva. Es una copia perfecta para disfrutar del arte rupestre en su máximo esplendor, sin dañar la cueva original, que se encuentra a pocos metros.

Henri Moore llamó en 1934 a Altamira La Real Academia del Arte Rupestre, que ha sido fuente de inspiración para muchos artistas y filósofos. La entrada al museo cuesta 3€ y puede durar tranquilamente 3 horas si nos lo tomamos con calma.

Hay una gran colección de cuevas prehistóricas algunas se pueden visitar.

A la vuelta deja de llover, una invitación para pasar por el Parque Natural Dunas de Liencres en el término de Piélago, un entorno de pino marítimo y dunas, acondicionado con amplios aparcamientos para acceder a las playas salvajes que son la delicia de surferos.

Muy cerca está el parque Natural de Cabárceno, un parque zoológico que recrea el hábitat de los animales salvajes de una forma moderna, teniendo en cuenta el bienestar de sus inquilinos. Precio por adulto entre 17 y 24 euros.

Uno de los animales que mas me ha sorprendido es el bisonte que pace en libertad detrás de una valla de madera.

De vuelta a la urbe pasamos por nuestro apartamento para tomar una buena ducha, acicalarnos y cambiar nuestro atuendo por uno más elegante ya que esta noche vamos al Casino.

www.grancasinosardinero.es

Vamos a cenar algo ligero y luego tomaremos una copa en el Casino El Sardinero de estilo modernista vienés, cuando llegamos la fachada está ya iluminada con luces led que cambian de color. Pasamos a la sala de máquinas de juego y luego a la gran sala donde la ruleta gira bajo la atenta mirada de los jugadores.

En el piso de arriba visitamos una exposición de pintura.

Este edificio de propiedad municipal está gestionado por empresas privadas, que organizan todo tipo de eventos lúdicos y culturales, nos recibe la representante del casino y nos cuenta la larga historia de este símbolo de la ciudad.

Esta muy en boga celebrar bodas, eventos empresariales y desfiles de moda en los salones del casino, también son muy sonados los campeonatos de poker, pero no hace falta ser un experto en juego para pasarlo bien ya que con 5 € puedes pasar un buen rato hasta las 4 de la mañana en un ambiente joven y distinto, eso si siempre gana la casa.

Uno de los paseos obligados es la península de la Magdalena.

La entrada al recinto es libre, en horario de 8 a 22 horas.

Su construcción, entre 1908 y 1912, siguiendo los planos de Gonzalo Bringas y Javier González de Riancho, fue consecuencia de la iniciativa del Ayuntamiento que quiso regalar a los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia una residencia de verano.

Rehabilitado en 1995. En la actualidad, el Palacio es un lugar que ofrece diferentes alternativas para acoger congresos y encuentros, además de conservar una zona museística que recrea el encanto de la antigua Residencia Real.

centenariopalaciomagdalena.com

Amanece un cielo azul y hoy nos vamos a permitir el lujo de desayunar en el Hotel Royal www.hotelreal.es fue concebido por Alfonso XIII que visitaba Santander para tomar los (Baños de Ola) inaugurado en 1917 y pasaron por aqui todos los miembros de la corte.

El Bar Theros está conformado por grandes ventanales que miran a la bahía de Santander y una decoración rica en colores. En su origen fue la sala de lectura del Hotel Real, y hoy es el mejor rincón para disfrutar de aperitivos, copas, meriendas o un tentempié.

Al parecer, fue en la espectacular Terraza del Hotel Real donde Jorge Sepúlveda escribió su conocida canción: “Mirando al mar soñé, que estabas junto a mí…

El hotel cuenta con 114 habitaciones de un lujo antiguo que pide a gritos una completa remodelación para seguir ostentando las 5 estrellas de las que hace gala.

En las antiguas caballerizas se ha acondicionado un moderno centro de Talasoterapia que ofrece todo tipo de tratamientos termales, masajes y baños de mar. (Bastante caro)

Después del desayuno alargamos nuestra estancia con una cerveza en el jardín lleno de flores.

Desde lo alto se ve una playa muy atractiva al otro lado de la bahía y decidimos pasar el dia alli tomando el sol. A 15 minutos en coche estamos en Somo la meca del surf y el kaysurf. La playa es un espigón de arena que corta la entrada de la bahía y ofrece dos playas. Una tranquila  y otra brava mirando al océano.

El pequeño barrio de Somo está dedicado a los deportes acuáticos con coloridas tiendas y escuelas de Surf.

Entramos en Sunset para recopilar información sobre cursos y alquiler de equipos de surf, hay de todo para todos los niveles y gran cantidad de complementos.

Para contratar un curso yo prefiero una pequeña escuela que trabaja con grupos reducidos y un trato más familiar.

Es realmente asequible hacer un curso de iniciación al surf de un fin de semana y aprender los principios básicos, con esos conocimientos es posible alquilar el equipo en cualquier playa del mundo y disfrutar de las olas.

Dunas del Puntal y Estuario del Miera es un espacio natural protegido de Cantabria de 675 hectáreas declarado Lugar de importancia Comunitaria.

La visita al faro de Cabo Mayor es una buena ocasión para llenar los pulmones de aire fresco y los ojos de horizonte. Fue inaugurado por Real Orden en 1833. El edificio alberga un reciente espacio de exposiciones en la base de la torre así como espacios dedicados a la didáctica.

Abierto todos los días menos el lunes, se puede llegar en coche hasta el faro y junto a el hay una amplia terraza con bar.

Otra de las playas que hemos visitado es la Virgen del Mar que se esconde detrás de un islote comunicado con un puente. Sorprende el césped verde saturado que llega hasta la arena y la combinación de playas y acantilados. En una de estas praderas hemos podido volar la cometa que siempre llevamos en el coche.

Nos sorprendió el chiringito Bambara Tavern ambientado en plan safari donde comimos unas tapas y riquisima cerveza belga de barril.

Paginas Web de interes

• www.turismodecantabria.com
• www.cantabria.es
• www.cantabriajoven.com
• www.culturadecantabria.com

Santillana del Mar, como dice el tópico, ni es santa, ni llana  ni tiene mar, es una villa medieval convertida en museo declara Conjunto Histórico Artístico, nos paseamos por sus empedradas callejuelas, sin dejar de clicar la cámara de fotos, palacios y casonas en un estado de conservación magnífico, la colegiata de Santa Juliana, impacta a los turistas, siempre lleno de gente posando para su personal recuerdo, construida en el siglo XII, su portada bellísima con esculturas de santos entorno al Pantocrátor.

El palacio de los Velarde siglo XVI, renacentista, el Ayuntamiento, las torres del Merino y Don Borja, el Museo de la Tortura El Solar exposición de instrumentos desde la Edad Media hasta la época industrial. Lo demás, negocios de venta y alojamientos, para mi gusto le falta ese sabor del residente o morador que regala duende a otros municipios medievales.

No hemos sentido como en casa en Cantabria y estamos muy agradecidos del trato acogedor dispensado por sus anfitriones, esta costa verde se merece más visitas por nuestra parte ya que hemos dejado en el tintero muchos destinos para siempre tener el pretexto de volver.

*La franja costera entre Castro Urdiales y Laredo

*Los valles del Asón, Soba y Ruesga, en el interior oriental de Cantabria

*El valle del río Besaya que discurre por el centro geográfico de Cantabria y torrelavega,

*La zona de los Valles del Sur (Campoo y Valderredible) es una de las grandes desconocidas turísticas

*Desde Miengo, al oeste de Santander, hasta Comillas se extiende la costa central de Cantabria.

*Liébana es uno de los destinos vacacionales más afamados de Cantabria.

*La comarca de Saja-Nansa se caracteriza por su elevado valor ecológico. Situada entre la costa y las sierras Escudo de Cabuérniga, Barcena Mayor, Cordel y Peña Sagra, incluye los espacios protegidos del Parque Natural de Oyambre y la Reserva Nacional del Saja.

*La costa de esta comarca abarca desde Somo, hasta Santoña. Esta dividida en dos sectores: el primero llega hasta el cabo de Ajo y predominan los acantilados. El segundo, desde el cabo Quejo hasta la ría de Treto con bellas y extensas playas.

*Las cuencas siempre verdes de los ríos Pas, Pisueña y Miera responden a la perfección al estereotipo de Cantabria: valles contiguos e intrincados.